1. La conocí hace un año en la fiesta de cumpleaños de L. Nos gustamos de inmediato, ella me dio su número y al día siguiente la llamé. Antes de la semana ya estábamos tirando.
2. Nuestra relación se enfocó fundamentalmente en lo sexual, ella era casada y yo igual. La figura de los amantes desplegada en su máximo potencial.
3. Diamante se llamaba, dí-amante, me decía en una pausa, mientras me la chupaba, amante, susurraba yo, así es, me decía de nuevo, dí-amante. Un buen amante es impenetrable al amor, esa es su mayor gracia. Del momento que se enamora, todo se va al carajo…entiendes? Di-amante.
4. Nos gastamos una fortuna en moteles, pasamos un año frenético de encuentros y carreras, tórrido de pasión y colmado de angustias y mentiras.
5. Diamante era fácil de orgasmo, risueña, chistosa, para ella el sexo era un juego, el más exquisito y sublime que podía existir o a veces podía ser tomado también por ella como un deporte. Insaciables nos revolcábamos durante horas. Me pone tan caliente cuando te la chupo, me decía, con una voz de una dulzura insostenible.
6. Una vez tuvo un feroz ataque de celos, (curioso en ella), que por suerte no pasó a mayores. Esa tarde mientras hacíamos el amor, Diamante tuvo seis orgasmos en menos de quince minutos.
7. Con el correr del tiempo ella empezó a manifestar un cierto tedio o aburrimiento y un buen día ella simplemente no tenía ganas y yo fui torpe al insistir, a lo cual ella me respondió: no me presiones nunca.
8. Ya no era lo mismo que al comienzo. Intentamos darle un giro a las cosas tratando de aventurarnos en salidas públicas, caminar juntos por una calle céntrica, tomarnos un café, eso era mas que factible al medio día y lo hacíamos a menudo, pero sino, ir a cenar una noche, siempre con el riesgo de que alguien nos descubriera… Todo empezó a complicarse.
9. Entonces, un día ella me llamó y nos dimos cita en nuestro café fetiche. Diamante me dijo: ya no podemos seguir así. Quiero que terminemos. Lo siento, pero debo dejarte, En realidad, ya no te quiero. Yo guardé silencio, no me salía una silaba, estaba a punto de llorar.
10. Lo de no te quiero, supongo que era un decir, pues para ella todo fue un tema de calentura, en cambio yo quedé enganchado, muy mal.
11. Han pasado cuatro meses y medio y no logro remontar cabeza. Definitivamente me enamoré de lo imposible, de lo impenetrable al amor. Por las noches me despierto en erección y pienso en Diamante y trato de masturbarme pero no puedo y ya cuando amanece siento que voy a enloquecer.
Al que ingrato me deja, busco amante; al que amante me sigue, dejo ingrata; constante adoro a quien mi amor maltrata; maltrato a quien mi amor busca constante.
Al que trato de amor, hallo diamante, y soy diamante al que de amor me trata; triunfante quiero ver al que me mata, y mato al que me quiere ver triunfante.
Si a este pago, padece mi deseo; Si ruego a aquel, mi pundonor enojo de entrambos modos infeliz me veo. Pero yo, por mejor partido, escojo de quien no quiero, ser violento empleo, que, de quien no me quiere, vil despojo.
Escrito están en mi alma vuestro gesto y cuando yo escribir de vos deseo vos sola lo escribisteis; yo lo leo tan solo que aun de vos me guardo en esto…
Lo posible no es una alternativa de escape hacia otra área del sentido. Lo posible es un fantasma que habita en nosotros en la condición de anhelo permanente. La angustia es el paradigma de la posibilidad que, sabemos remota.
usted dirá pero así como van las cosas no le veo sentido yo que usted me calmo y por sobre todo el remedio es uno solo dejar de pensar en uno mismo no sea testarudo ahí esta la razón del mal usted piensa en usted no en ella en lo mal que está usted echar de menos es el acto mas egoísta que existe Porque echar de menos es pensar en uno mismo no en el otro
Y en cuanto a su otro problema, como dice Wilde: "no cuesta nada ser un caballero con la mujer que no le interesa" Claro que de ahí a tirarse toda la responsabilidad encima, suena un poco sospechoso, no? en fin, usted sabrá Capitán lo que hace, como lo hace, de que lo hace y lo alimenta.
A veces parece que estamos en el centro de la fiesta Sin embargo en el centro de la fiesta no hay nadie En el centro de la fiesta está el vacio Pero en el centro del vacío hay otra fiesta
Si todos actuaramos con sentido lógico, habrían muchas cosas que jamás sucederían -las expresiones artísticas entre ellas probablemente- Lo que nos revela como humanos, es exactamente eso, las emociones y poder expresarlas.
Nº 31
ResponderEliminar1. La conocí hace un año en la fiesta de cumpleaños de L. Nos gustamos de inmediato, ella me dio su número y al día siguiente la llamé. Antes de la semana ya estábamos tirando.
2. Nuestra relación se enfocó fundamentalmente en lo sexual, ella era casada y yo igual. La figura de los amantes desplegada en su máximo potencial.
3. Diamante se llamaba, dí-amante, me decía en una pausa, mientras me la chupaba, amante, susurraba yo, así es, me decía de nuevo, dí-amante. Un buen amante es impenetrable al amor, esa es su mayor gracia. Del momento que se enamora, todo se va al carajo…entiendes? Di-amante.
4. Nos gastamos una fortuna en moteles, pasamos un año frenético de encuentros y carreras, tórrido de pasión y colmado de angustias y mentiras.
5. Diamante era fácil de orgasmo, risueña, chistosa, para ella el sexo era un juego, el más exquisito y sublime que podía existir o a veces podía ser tomado también por ella como un deporte. Insaciables nos revolcábamos durante horas. Me pone tan caliente cuando te la chupo, me decía, con una voz de una dulzura insostenible.
6. Una vez tuvo un feroz ataque de celos, (curioso en ella), que por suerte no pasó a mayores. Esa tarde mientras hacíamos el amor, Diamante tuvo seis orgasmos en menos de quince minutos.
7. Con el correr del tiempo ella empezó a manifestar un cierto tedio o aburrimiento y un buen día ella simplemente no tenía ganas y yo fui torpe al insistir, a lo cual ella me respondió: no me presiones nunca.
8. Ya no era lo mismo que al comienzo. Intentamos darle un giro a las cosas tratando de aventurarnos en salidas públicas, caminar juntos por una calle céntrica, tomarnos un café, eso era mas que factible al medio día y lo hacíamos a menudo, pero sino, ir a cenar una noche, siempre con el riesgo de que alguien nos descubriera… Todo empezó a complicarse.
9. Entonces, un día ella me llamó y nos dimos cita en nuestro café fetiche. Diamante me dijo: ya no podemos seguir así. Quiero que terminemos. Lo siento, pero debo dejarte, En realidad, ya no te quiero. Yo guardé silencio, no me salía una silaba, estaba a punto de llorar.
10. Lo de no te quiero, supongo que era un decir, pues para ella todo fue un tema de calentura, en cambio yo quedé enganchado, muy mal.
11. Han pasado cuatro meses y medio y no logro remontar cabeza. Definitivamente me enamoré de lo imposible, de lo impenetrable al amor. Por las noches me despierto en erección y pienso en Diamante y trato de masturbarme pero no puedo y ya cuando amanece siento que voy a enloquecer.
Al que ingrato me deja, busco amante;
ResponderEliminaral que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.
Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.
Si a este pago, padece mi deseo;
Si ruego a aquel, mi pundonor enojo
de entrambos modos infeliz me veo.
Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.
Escrito están en mi alma vuestro gesto
y cuando yo escribir de vos deseo
vos sola lo escribisteis; yo lo leo
tan solo que aun de vos me guardo en esto…
Juana Inés de la Cruz
Soneto
Andres Neuman
El viajero del siglo
como es posible
ResponderEliminarpor la mierda
que la extrañe
tanto
Lo posible no es una alternativa de escape hacia otra área del sentido. Lo posible es un fantasma que habita en nosotros en la condición de anhelo permanente. La angustia es el paradigma de la posibilidad que, sabemos remota.
ResponderEliminardaría mi vida
ResponderEliminarpor una llamada suya
lo triste es que
sería la última vez
que oiría su voz
ni siquiera
la vería
daría mi vida
por verla
la última vez
daría mi vida
por hacerle el amor
una última vez
eso si tiene mas sentido
y después qué?
entonces
ella me llamó
y me dijo
que nos viéramos
nos juntamos
y me dijo
que no quería nada
porque no quería
verme muerto
y ahora
si que
daría mi vida
por una última
llamada suya
usted dirá
ResponderEliminarpero así como van las cosas
no le veo sentido
yo que usted
me calmo y
por sobre todo
el remedio es uno solo
dejar de pensar en
uno mismo
no sea testarudo
ahí esta la razón del mal
usted piensa en usted
no en ella
en lo mal que está usted
echar de menos
es el acto mas egoísta
que existe
Porque echar de menos
es pensar en uno mismo
no en el otro
Y en cuanto a su otro problema, como dice Wilde: "no cuesta nada ser un caballero con la mujer que no le interesa" Claro que de ahí a tirarse toda la responsabilidad encima, suena un poco sospechoso, no? en fin, usted sabrá Capitán lo que hace, como lo hace, de que lo hace y lo alimenta.
ResponderEliminar(Roberto Juarroz / Poesía vertical)
ResponderEliminarA veces parece
que estamos en el centro de la fiesta
Sin embargo
en el centro de la fiesta no hay nadie
En el centro de la fiesta está el vacio
Pero en el centro del vacío hay otra fiesta
Si todos actuaramos con sentido lógico, habrían muchas cosas que jamás sucederían -las expresiones artísticas entre ellas probablemente- Lo que nos revela como humanos, es exactamente eso, las emociones y poder expresarlas.
ResponderEliminarSaludos
pd. mi redacción apesta. lo siento.
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