Share |

23 junio, 2010

5 comentarios:

  1. 1. Me he quedado solo y triste. Debo vivir este tiempo, como venga la mano, no me dejaré aplastar por las hormigas, no me dejaré atormentar por una mujer histérica de la cual me enamoré. Quiero estar solo ahora un tiempo, para hacer el duelo de mi verdadera separación, de la mujer que de verdad marcó mi vida y que es tan real.

    ResponderEliminar
  2. Este primer comentario había sido preparado con anterioridad al igual que los otros que datan del 19 en adelante, pensando que no iba a poder subir ni imagen ni texto encontrándome en León. Pues bien no solo he podido subir imágenes si no que también el animo,lo mental, la concentración, la alegría, el deseo... y algo mas,

    ResponderEliminar
  3. Capitán Zanahoria24 de junio de 2010, 2:48

    anoche la realidad ha superado esto que llamamos ficción, ha sido exquisito. Pero no hay que desmerecer una ficción la que puede considerarse como otra realidad paralela, intensa y a veces mucho mas valiosa que la extensa y aburrida realidad de todos los días. Anoche fue especial, y ya no se en que campo estoy, una frontera se dibuja entre el abismo de esa contra realidad?

    ResponderEliminar
  4. El montaje esta listo finalizado, te quedó impresionante Alvaro, no lo puedo creer, bueno ya sabes, solo quería comunicarlo aquí, tu sabes!!!
    Hay que celebrar!!!
    y mañana juega Chile, mierda, que vamos hacer, pelearnos? imposible, no?

    ResponderEliminar
  5. Elle était fort déshabillée
    Et de grands arbres indiscrets
    Aux vitres jetaient leur feuillée
    Malinement, tout près, tout près.


    Assise sur ma grande chaise,
    Mi-nue, elle joignait les mains.
    Sur le plancher frissonnaient d'aise
    Ses petits pieds si fins, si fins


    - Je regardai, couleur de cire
    Un petit rayon buissonnier
    Papillonner dans son sourire
    Et sur son sein, - mouche ou rosier


    - Je baisai ses fines chevilles.
    Elle eut un doux rire brutal
    Qui s'égrenait en claires trilles,
    Un joli rire de cristal


    Les petits pieds sous la chemise
    Se sauvèrent : "Veux-tu en finir !"
    - La première audace permise,
    Le rire feignait de punir !


    - Pauvrets palpitants sous ma lèvre,
    Je baisai doucement ses yeux :
    - Elle jeta sa tête mièvre
    En arrière : "Oh ! c'est encor mieux !...


    "Monsieur, j'ai deux mots à te dire..."
    - Je lui jetai le reste au sein
    Dans un baiser, qui la fit rire
    D'un bon rire qui voulait bien.....


    - Elle était fort déshabillée
    Et de grands arbres indiscrets
    Aux vitres jetaient leur feuillée
    Malinement, tout près, tout près.


    Arthur Rimbaud

    ResponderEliminar

Compatir