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06 abril, 2009

3 comentarios:

  1. La Apuesta Prolongada de la Conversión. De Algunas Posiciones Soberanas

    Si el concepto de “post modernidad” no se deja fácilmente delimitar, al menos se autorizará a definirlo como una forma de exasperación. Exasperación frente al culto de lo Nuevo, un fatiga traducida por el retorno de la balanza en el fervor “neo”, frecuentemente constatado mas adelante.
    Exasperación frente a los códigos vanguardistas amarrados de manera exclusiva y sagrada a la idea de modernidad. Exasperación, también, frente al principio de utopía habiendo servido de concepción del tiempo a los modernos ( el futuro verificará la justeza de nuestras posiciones como de nuestras intuiciones ), el estar aquí del presente siendo preferido a las promesas del futuro.
    Mas bien tentado de renunciar al riesgo y a lo Nuevo ( al menos de modo devocional ), el artista de la edad contemporánea no está menos cargado por una poderosa Kunstwollen, una fuerte e irreprensible voluntad de hacer arte. Prueba que el artista no ha renunciado a existir. De este modo, el periodo 1960- 2000, da cuenta de una creación artística intensa resultante de la acción de un numero elevado de artistas. La dinámica del arte actual, alimentado inclusive del sentimiento de impotencia del arte, resulta en la ocurrencia de la convicción según la cual el arte permanece un transformador, un medio de convertir la vida en forma.
    Paul Ardenne

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  2. El artista actual, al menos cree en una cosa, él sabe que puede llevar a cabo una experiencia de creación, no inventará nada nuevo, ninguna forma nueva, ninguna idea original es posible, pero sin embargo existe la posibilidad de resinificar muchas cosas, desde ya, la vasta e inconmensurable realidad nos permite resignificar gestos a través de operaciones minimas de producción...

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