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11 julio, 2010

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4 comentarios:

  1. Álvaro Oyarzún11 de julio de 2010, 18:08

    Para ti, por ti Susana!
    y ahora solo quiero tu carta de amor!

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  2. Gonzalo12 de julio de 2010, 18:15

    Convengamos una cosa: o las celebraciones han estado de la puta madre y no te han podido contestar o no han querido o derechamente te ignoraron y te quedaste sin carta, sin amor y sin nada; patético.

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  3. Capitán Zanahoria12 de julio de 2010, 18:30

    Mire señor director, para su mayor información, se trata de una carta de verdad, escrita de puño y letra, perfumada en papel rosa y con estampillas y timbres reales. además de considerar el tiempo que tomará a la doncella escribirla y el tiempo que debe transcurrir para que llegue, todo esto suma. Y en cuanto a mi solo paciencia,cuando de una declaración de amor se trata.

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  4. Pablo Neruda12 de julio de 2010, 18:46

    extracto de EL TANGO DEL VIUDO

    OH Maligna, ya habrás hallado la carta, ya habrás llorado de furia,
    y habrás insultado el recuerdo de mi madre
    llamándola perra podrida y madre de perros,
    ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecer
    mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre
    y ya no podrás recordar mis enfermedades, mis sueños nocturnos, mis comidas,
    sin maldecirme en voz alta como si estuviera allí aún
    quejándome del trópico de los coolíes corringhis,
    de las venenosas fiebres que me hicieron tanto daño
    y de los espantosos ingleses que odio todavía.

    ...

    Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración
    oída en largas noches sin mezcla de olvido,
    uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo.
    Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa,
    como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada,
    cuántas veces entregaría este coro de sombras que poseo,
    y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma,
    y la paloma de sangre que está solitaria en mi frente
    llamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos,
    substancias extrañamente inseparables y perdidas.

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