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22 septiembre, 2009


2 comentarios:

  1. "... Sí, y esto significa justamente que actuamos en un espacio simbólico no sólo con los vivos, sino ante todo con los muertos. Todos ellos están representados en este espacio a través de sus obras, a través de sus cuadros, a través de sus teorías, a través de sus posturas, a través de su lenguaje. Utilizamos todos estos dones de la economía simbólica que recibimos de los muertos. Y de ellos surge la exigencia que se nos plantea, esta imposición de representarnos a nosotros mismos, de idear signos propios, de crear una imagen propia; fundamentalmente, de idear el propio entierro, el propio féretro, el propio cadáver. Esta es una exigencia que no proviene de la vida, no proviene de los vivos, y tampoco del contexto de una catástrofe real, viva. Allí reside también la razón profunda de la deficiencia de la mayoría de las teorías sociológicas, que plantean sus argumentos en nombre de la sociedad, y en realidad se refieren sólo a la sociedad de los vivos. Sin embargo, nosotros actuamos ante todo en la sociedad de los muertos, quienes, sin embargo, permanecen como figuras no muertas de la herencia cultural." Groys 47, El cadáver del filósofo.

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  2. Para mí, la violencia es un tema del todo estético. Decir que no te gusta la violencia en el cine es como decir que no te gustan las películas con escenas de baile.

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