En un café con piernas conversaba con Jessica. Ella es ecuatoriana. Tiene una voz grave y su risa la acompaña tan bien cuando le lanzo un piropo. Jessica es voluptuosa, sus ojos son muy oscuros y siempre están llenos de reflejos que destellan del cuchitril donde lo único que detesto es la música de mierda que siempre está a todo volumen. Jessica descifra a todos los clientes, sabe quien es quien. En realidad, me dice, variedad no es lo que uno ve aquí, solo son oficinistas jóvenes y tontos la mayoría, o bien se trata de viejos verdes con ansias de cariño y conversación. Pero tú, me dijo, no hubiera adivinado nunca a lo que te dedicabas. Jessica me dijo la primera vez, tú eres publicista? No es así? O trabajas para el espectáculo o la tele. En fin, tan lejos no andaba.
Las historias, una tras otra se encadenan, transcurren, se enfilan por una pendiente y ruedan cerro abajo, desaparecen entre piedras y matorrales. Las historias que debo inventarme y a menudo son reales, con solo un propósito que no logro conseguir: olvidarla.
los retratos que debo hacer, que necesito realizar día a día. La condena de hacer para olvidar y no poder. La locura me toma la cabeza. Mi cuerpo se resiente cada vez mas, y por las tardes ya no tengo la fuerza para continuar. Solo pienso en ella. su ausencia total me debilita y debo seguir a como de lugar sabiendo que ya no hay lugar
Te invito a entrar a el blog La ciudad del saber. Puedes considerar esto como spam, o no y entrar en un mundo totalmente nuevo. De todas formas gracias por tu tiempo. Un saludo.
Nº 32
ResponderEliminarEn un café con piernas conversaba con Jessica. Ella es ecuatoriana. Tiene una voz grave y su risa la acompaña tan bien cuando le lanzo un piropo. Jessica es voluptuosa, sus ojos son muy oscuros y siempre están llenos de reflejos que destellan del cuchitril donde lo único que detesto es la música de mierda que siempre está a todo volumen. Jessica descifra a todos los clientes, sabe quien es quien. En realidad, me dice, variedad no es lo que uno ve aquí, solo son oficinistas jóvenes y tontos la mayoría, o bien se trata de viejos verdes con ansias de cariño y conversación. Pero tú, me dijo, no hubiera adivinado nunca a lo que te dedicabas. Jessica me dijo la primera vez, tú eres publicista? No es así? O trabajas para el espectáculo o la tele. En fin, tan lejos no andaba.
Las historias, una tras otra se encadenan, transcurren, se enfilan por una pendiente y ruedan cerro abajo, desaparecen entre piedras y matorrales. Las historias que debo inventarme y a menudo son reales, con solo un propósito que no logro conseguir: olvidarla.
ResponderEliminarlos retratos que debo hacer, que necesito realizar día a día. La condena de hacer para olvidar y no poder. La locura me toma la cabeza. Mi cuerpo se resiente cada vez mas, y por las tardes ya no tengo la fuerza para continuar.
ResponderEliminarSolo pienso en ella.
su ausencia total me debilita
y debo seguir
a como de lugar
sabiendo que
ya no hay lugar
mentira,
ResponderEliminarno piensas en ella
piensas en ti
y en lo mal que estás
piensas en ella
a través de ti
eso se llama
ensimismamiento
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ResponderEliminarUn saludo.
http://www.laciudaddelsaber.com/
por qué insiste en estar de ese lado?
ResponderEliminar(es Ud. ochomesino?)
un abrazo Capitán.
Amé sus ojos llenos de reflejos!
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