“Todos conocemos a los bartlebys, son esos seres en los que habita una profunda negación del mundo. Toman su nombre del escribiente Bartleby, ese oficinista de un relato de Herman Melville que jamás ha sido visto leyendo, ni siquiera un periódico; que, durante prolongados lapsos, se queda de pie mirando hacia fuera por la pálida ventana que hay tras un biombo, en dirección a un muro de ladrillo de Wall Street; que nunca bebe cerveza, ni té, ni café como los demás; que jamás ha ido a ninguna parte, pues vive en la oficina, incluso pasa en ella los domingos; que nunca ha dicho quién es, ni de dónde viene, ni si tiene parientes en este mundo; que, cuando se le pregunta donde nació o se le encarga un trabajo o se le pide que cuente algo sobre él, responde siempre diciendo: Preferiría no hacerlo.”
Ahora sólo me queda buscarme de amante la respiración. No mirar a los mapas, seguir en mí mismo, no andar ciertas calles, olvidar que fue mío una vez cierto libro. O hacer la canción. Y decirte que todo esta igual: la ciudad, los amigos y el mar, esperando por ti, esperando por ti.
Cuando pierda todas las partidas cuando duerma con la soledad cuando se me cierren las salidas y la noche no me deje en paz.
Cuando tenga miedo del silencio cuando cueste mantenerse en pie cuando se rebelen los recuerdos y me pongan contra la pared.
Resistiré para seguir viviendo me volveré de hierro para endurecer la piel y aunque los vientos de la vida soplen fuerte como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo soportaré los golpes y jamás me rendiré y aunque los sueños se me rompan en pedazos resistiré, resistiré.
Cuando el mundo pierda toda magia cuando mi enemigo sea yo cuando me apuñale la nostalgia y no reconozca ni mi voz.
Cuando me amenace la locura cuando en mi moneda salga cruz cuando el diablo pase la factura o si alguna vez me faltas tú.
Resistiré para seguir viviendo me volveré de hierro para endurecer la piel y aunque los vientos de la vida soplen fuerte como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo soportaré los golpes y jamás me rendiré y aunque los sueños se me rompan en pedazos resistiré, resistiré.
Bueno, al parecer las cosas se van componiendo, lo importante es una disposición a creer que, mas allá de todo infeliz drama, la vida continua. Rehacerla es la obligación imperante en estos momentos, y vamos de a poco sin pensar en proyecciones que sobrepasen el día. Queramos lo o no esto se acaba y ahora comienza otra historia.
así es, estamos pasando por un mal momento, eso es todo, ya vendrán tiempos mejores, mientras tanto callejeo por las calles de Santiago y pronto estaré en Madrid y antes en León montando una exposición y me tocará asistir al partido del 25 Chile-España entre puros tíos fanáticos de su selección,no quiero imaginar si Chile gana esa noche y deja fuera al favorito...
De todos modos, de un tiempo a esta parte, me he dado cuenta que contigo no voy a llegar muy lejos. Sabiamos desde, practimente siempre, que con la pintura no abrigabamos muchas esperanzas, de todos modos y queramoslo o no, al menos una cosa es segura, el caracter errático en el cual hoy día me encuentro es lo que me permite sentir y seguir aquello que ya no puedo evitar.
“Todos conocemos a los bartlebys, son esos seres en los que habita una profunda negación del mundo. Toman su nombre del escribiente Bartleby, ese oficinista de un relato de Herman Melville que jamás ha sido visto leyendo, ni siquiera un periódico; que, durante prolongados lapsos, se queda de pie mirando hacia fuera por la pálida ventana que hay tras un biombo, en dirección a un muro de ladrillo de Wall Street; que nunca bebe cerveza, ni té, ni café como los demás; que jamás ha ido a ninguna parte, pues vive en la oficina, incluso pasa en ella los domingos; que nunca ha dicho quién es, ni de dónde viene, ni si tiene parientes en este mundo; que, cuando se le pregunta donde nació o se le encarga un trabajo o se le pide que cuente algo sobre él, responde siempre diciendo: Preferiría no hacerlo.”
ResponderEliminarRobert Olive
Ahora sólo me queda buscarme de amante
ResponderEliminarla respiración.
No mirar a los mapas, seguir en mí mismo,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro.
O hacer la canción.
Y decirte que todo esta igual:
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por ti,
esperando por ti.
parte de una canción: Ausencia de ti, de Silvio Rodriguez, hay que decirlo!
ResponderEliminarCuando pierda todas las partidas
ResponderEliminarcuando duerma con la soledad
cuando se me cierren las salidas
y la noche no me deje en paz.
Cuando tenga miedo del silencio
cuando cueste mantenerse en pie
cuando se rebelen los recuerdos
y me pongan contra la pared.
Resistiré para seguir viviendo
me volveré de hierro
para endurecer la piel
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo
soportaré
los golpes y jamás me rendiré
y aunque los sueños se me rompan en pedazos
resistiré, resistiré.
Cuando el mundo pierda toda magia
cuando mi enemigo sea yo
cuando me apuñale la nostalgia
y no reconozca ni mi voz.
Cuando me amenace la locura
cuando en mi moneda salga cruz
cuando el diablo pase la factura
o si alguna vez me faltas tú.
Resistiré para seguir viviendo
me volveré de hierro
para endurecer la piel
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
como el junco que se dobla
pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo
soportaré
los golpes y jamás me rendiré
y aunque los sueños se me rompan en pedazos
resistiré, resistiré.
Bueno, al parecer las cosas se van componiendo, lo importante es una disposición a creer que, mas allá de todo infeliz drama, la vida continua. Rehacerla es la obligación imperante en estos momentos, y vamos de a poco sin pensar en proyecciones que sobrepasen el día.
ResponderEliminarQueramos lo o no esto se acaba y ahora comienza otra historia.
así es, estamos pasando por un mal momento, eso es todo, ya vendrán tiempos mejores, mientras tanto callejeo por las calles de Santiago y pronto estaré en Madrid y antes en León montando una exposición y me tocará asistir al partido del 25 Chile-España entre puros tíos fanáticos de su selección,no quiero imaginar si Chile gana esa noche y deja fuera al favorito...
ResponderEliminarDe todos modos, de un tiempo a esta parte, me he dado cuenta que contigo no voy a llegar muy lejos. Sabiamos desde, practimente siempre, que con la pintura no abrigabamos muchas esperanzas, de todos modos y queramoslo o no, al menos una cosa es segura, el caracter errático en el cual hoy día me encuentro es lo que me permite sentir y seguir aquello que ya no puedo evitar.
ResponderEliminar4 DE MAYO DE 2009 18:35