2º CAPA: La arquitectura La arquitectura emerge en los lienzos de la artista a modo de planos de edificios públicos‚ museos, estadios o aeropuertos‚ y cuadrículas urbanísticas de ciudades, en especial, aquellos edificios que se muestran más íntimamente ligados a la política y a las tecnologías de poder. Y de entre todas las tipologías, existe una‚ en su positivo y en su negativo- que se ha convertido en un denominador común: el panóptico y el teatro. "Creo que la arquitectura refleja las maquinaciones de la política, y por eso me interesa como metáfora de esas instituciones. No considero el lenguaje arquitectónico tan sólo como una metáfora del espacio. Se trata de espacio, pero de los espacios del poder, de las ideas del poder, de mimetizar esas ideas. Incluso ahora, los arquitectos que reciben muchos encargos no sólo están realizando trabajos interesantes sino que también están articulando nuestras estructuras y respondiendo al poder de un modo diferente."
Tanto el Panóptico de Bentham y revisado por Foucault, como el Teatro heredado de las civilizaciones griegas y romanas, son formas altamente geométricas que bien podrían representar la cara y la cruz de las distintas formas de democracia: en la prisión un único sujeto contempla‚ vigila‚ a la masa, mientras que en el segundo todo está dispuesto para ser contemplado por el colectivo.
Durante esta parte del proceso creativo, Julie Mehretu se convierte en la auténtica constructora de estos tipos de espacios controlados y teledirigidos en sus pinturas. La artista plantea los cuatro problemas fundamentales: el de los emplazamientos; el de las coexistencias (ya sea de los hombres entre sí; ya sea de los hombres y las cosas; ya sea de los hombres entre sí: densidad y proximidad; ya sea de los hombres y los animales; ya sea de los hombres y los muertos); el de las residencias (hábitat, urbanismo); y el de los desplazamientos (emigración de los hombres, propagación de las enfermedades).
Pero este tipo de implantación de los cuerpos en el espacio, de distribución de los individuos unos en relación con los otros, de organización jerárquica, de disposición de los centros y de los canales de poder, de definición de sus instrumentos y de sus modos de intervención, metáforas de los mecanismos de los sistemas democráticos, producen el siempre olvido de las "minorías" que de un modo u otro acaban por revelarse en las ciudades y topografías de la artista. Comienza la insurrección: "Así que para mí el coliseo, el anfiteatro y el estadio son perfectos espacios construidos metafóricos, claramente pensados para acoger a numerosas personas de forma muy democrática, organizada y funcional. Sin embargo, es en estos mismos espacios donde puedes sentir el caos, la violencia y el desorden en el fondo. Como ir a ver los fuegos artificiales‚ sientes la multitud a la vez que sientes las explosiones".
en cambio, ningún dialogo se impone necesario, ni nada que se le parezca, entre arquitectura y arte!
ResponderEliminar2º CAPA: La arquitectura
ResponderEliminarLa arquitectura emerge en los lienzos de la artista a modo de planos de edificios públicos‚ museos, estadios o aeropuertos‚ y cuadrículas urbanísticas de ciudades, en especial, aquellos edificios que se muestran más íntimamente ligados a la política y a las tecnologías de poder. Y de entre todas las tipologías, existe una‚ en su positivo y en su negativo- que se ha convertido en un denominador común: el panóptico y el teatro. "Creo que la arquitectura refleja las maquinaciones de la política, y por eso me interesa como metáfora de esas instituciones. No considero el lenguaje arquitectónico tan sólo como una metáfora del espacio. Se trata de espacio, pero de los espacios del poder, de las ideas del poder, de mimetizar esas ideas. Incluso ahora, los arquitectos que reciben muchos encargos no sólo están realizando trabajos interesantes sino que también están articulando nuestras estructuras y respondiendo al poder de un modo diferente."
Tanto el Panóptico de Bentham y revisado por Foucault, como el Teatro heredado de las civilizaciones griegas y romanas, son formas altamente geométricas que bien podrían representar la cara y la cruz de las distintas formas de democracia: en la prisión un único sujeto contempla‚ vigila‚ a la masa, mientras que en el segundo todo está dispuesto para ser contemplado por el colectivo.
Durante esta parte del proceso creativo, Julie Mehretu se convierte en la auténtica constructora de estos tipos de espacios controlados y teledirigidos en sus pinturas. La artista plantea los cuatro problemas fundamentales: el de los emplazamientos; el de las coexistencias (ya sea de los hombres entre sí; ya sea de los hombres y las cosas; ya sea de los hombres entre sí: densidad y proximidad; ya sea de los hombres y los animales; ya sea de los hombres y los muertos); el de las residencias (hábitat, urbanismo); y el de los desplazamientos (emigración de los hombres, propagación de las enfermedades).
Pero este tipo de implantación de los cuerpos en el espacio, de distribución de los individuos unos en relación con los otros, de organización jerárquica, de disposición de los centros y de los canales de poder, de definición de sus instrumentos y de sus modos de intervención, metáforas de los mecanismos de los sistemas democráticos, producen el siempre olvido de las "minorías" que de un modo u otro acaban por revelarse en las ciudades y topografías de la artista. Comienza la insurrección: "Así que para mí el coliseo, el anfiteatro y el estadio son perfectos espacios construidos metafóricos, claramente pensados para acoger a numerosas personas de forma muy democrática, organizada y funcional. Sin embargo, es en estos mismos espacios donde puedes sentir el caos, la violencia y el desorden en el fondo. Como ir a ver los fuegos artificiales‚ sientes la multitud a la vez que sientes las explosiones".
Black City/Julie Mehretu